Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

martes, 29 de octubre de 2013

libertá

     Al cerrar los ojos, nos metemos en un mundo desconocido para el que te rodea. Los pensamientos van y vienen mezclándose entre la realidad y la ficción de nuestra propia mente. El cerebro se apura a inhibir estímulos externos, para intentar alejarnos lo más posible de las bestias que te rodean. Entre tanta paz, reflexionas de más. Pensás demasiado, y eso, como siempre dicen, no es bueno. Es como todo, cuando existen extremos, son nocivos para la salud propia. Hay que saber limitarse.
     Cuando cierro los ojos, saco conclusiones baratas sobre cosas que me intentan borrar la sonrisa. Me enamoro cada muy poco tiempo, debería dejar pasar más. Y entre todas estas cosas, pienso en campos verdes enormes, con caminos, una casa, un viejo molino, un perro, un pastizal. Tantas cosas. Y al mismo tiempo, imagino esto, cada vez con más detalle, entendiendo que me encuentro en un estado de total libertad. De total, armonía. Y ahí me percato, que si quiero lanzar una pelota al cielo para que no vuelva, solamente tengo que hacerlo. No sirve pensarlo ni desearlo. Siempre hacerlo. Porque, si soy libre, ¿Quién puede decirme que hacer? O, que pensar, que opinar, que mirar, que escuchar. Si quiero me siento en la tumba de mi pasado y me fumo un cigarrillo con un presente perfecto. Aunque, si hago eso, estaría matando mi futuro. No estoy muy seguro de eso. Solo es uno el que hace y no todos. En cambio, todos son los que deshacen. Es fácil pensarlo, pero hacerlo no tanto, porque además de uno, existe el universo, el cual, nos suele poner algunas trabas para avanzar. Lo que el hombre hace, el universo lo deshace.
     En si, la libertad, como dice la canción, es un estado en la mente. Quien iba a creer que iba a terminar citando al ídolo de mi hermana. Uno medita sobre lo que quiere sin esperar que el otro acepte o no sus condiciones de juego. Cada accionar es propio de un alma que sabe lo que está buscando para saciar sus necesidades de felicidad. Y eso, no lo va a poder entender nadie más que tu propio sentimiento. Si luego de abrir un libro se te esboza una sonrisa, es porque tu deseo era eso. En cambio, si al tomar de la mano a una persona, no sientes el típico dolor abdominal, deberías soltarle la mano. Son ejemplos simples de entender que al ser jefe de su propio mundo, uno diseña a gusto y piacere los caminos que conduzcan al esbozo perfecto de felicidad. Está en vos, ser feliz, y no depender del resto. Estas cosas no se esperan, se buscan y se encuentran. Lo más importante igual, es tenerlas, y no perderlas. Sin libertad no existen ideas, y sin ideas, no existe una persona. Cada paso es único.

domingo, 27 de octubre de 2013

Hola, cómo estás?

     En vez de caminar, me senté. Y me paré sobre la lona de mi enemigo, que no respiraba. Pero pensaba. “Y yo me creía el ganador frente a una batalla con mi propia sombra”. Y usted allí sentada, admirando la sangre secarse. Aunque debo admitir que el sudor de la tierra se limpia mejor que el de la sangre.
     
     Usted que puede, sople fuerte, y volaremos juntos.
     
     No sé a dónde podremos llegar a volar. Quizás aterricemos en sus sueños o despeguemos de mis metas. O tal vez solamente flotemos, como dos globos aerostáticos sobre un campo verde una tarde perfecta de primavera veraniega. Y usted mirándome a los ojos y entregándome el amor de un montón de personas. Y yo ansiando el momento en el cual pueda despertar a su lado, saboreando sus perfumes.
     Quizás entre las dudas de tomarla de la mano o abrazarla en la oscuridad del ocaso de mi vida, yo me disponga a expresarle cariños en situaciones que no lo ameriten. Como una triste canción, o un susurro del viento en medio del camino al silencio.
     Siempre desde que era inconsciente de mis pensamientos sabía que dentro de mis objetivos iba a estar el derecho a ser amado por su corazón. O quizás lo soñé cada vez que soñaba con soñar de noche que usted me soñaba. Que de vueltas que le doy señorita, me tiene loco. Me atrapó su sonrisa y me espantó su sinceridad. O mi sinceridad. Voy a leer el diario para ver cuántas veces nombran adjetivos que la identifiquen. Perfecta, sensual, hermosa, única. Mire usted, solo la última palabra. La encuentro, como siempre digo, perfecta entre las imperfecciones de las fallas anatómicas que nos da nuestra propia vida. La añoro a la distancia pero la odio cuando me abraza. O tal vez, odio el sentimiento inconsciente que tengo de saber que para sus ojos existe un millón de personas pero para mi alma no hay nadie más que usted. Quién sabe si esto es legal o no, pero me gustaría casarme con su sonrisa, y pedirle el divorcio a su pasado. Usted puede hacer lo mismo si quiere. No quiero saber de otros, me gusta la exclusividad. Es tan difícil lograrlo, aunque, como dice Borges, “Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”. Y eso mismo quiero. ¿Se entendió? Leer a Borges. Con usted. Creo que soy demasiado educado. No puedo tutearla. Sería avanzar sobre algo que no conozco.
     Aunque, ahora que lo pienso, el que no arriesga, no gana
        Entonces…

Hola, cómo estás?

domingo, 20 de octubre de 2013

FFCC

"La vida es como un viaje en tren. Algunos comienzan el viaje junto a ti, otros se suben a mitad del camino, muchos se bajan antes de llegar y muy pocos permanecen hasta el final"


Vale Cuatro.

  • "...es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo." Mario Benedetti. 

  • Esto es como un partido de truco. Te venían tocando buenas cartas. Ahora no, ¿Vas a irte al mazo? No. Podrás perder uno o dos partidos. Pero siempre jugar es mejor que escapar.

  • Vos desde hace mucho tiempo despilfarras sonrisas. Regalas alegría. Y ahora te toca absorber tu propia tristeza para no estallar enfrente a extraños. 

  • Hola, discúlpame. Te quería pedir prestado ese pedazo de sonrisa que te sobra.

  • "Las luces en la costa, son faros del pasado. Todo volverá a ser como fue" G. Cerati.

  • Y si te dijera que mi vida sin vos es lo mejor del mundo porque tengo un motivo para vivir, ¿me creerías?

  • Son tantas las mentiras que uno escucha, pero más las que uno está escribiendo.

Bob Dylan. Eric Clapton. Beatles. Presley. Cash. Waters. 

  • Al final del cuadro, escribí una nota, que decía "Toda pintura es semejante al que la pinta. Y al mismo tiempo, es el fiel reflejo de lo que el que la pinta piensa. Entonces, si miro una pintura, y ella está vacía, pienso que el pintor no tuvo ideas. Pero, como bien dije, puedo entonces pensar que si la pintura está vacía, no hay pintor, porque en el reflejo no se refleja nada".

  • "Nunca te olvides de sonreír, porque el día que no sonrías, será un día perdido." Charles Chaplin. 

  • Te encuentro perfecta entre las imperfecciones de la perfección de la vida. Te huelo deliciosa entre los alimentos que cultivan mis sobras. Te amo a escondidas y sin embargo quiero gritar que te necesito. Te soporto de noche, llorando. Y de día, me enamoro de tus lágrimas. Demasiado cursi, demasiadas palabras para una persona que no sabe abrazar ni a la sombra que lo acompaña.




martes, 15 de octubre de 2013

El Salvavidas.

No es inútil amarse,
finalmente.
Lo mismo que amaestrar serpientes, nos exige
técnica refinada y perder la vergüenza
de actuar frente al mundo en taparrabos.
Y unos nervios de acero.
Pero amar es oficio
saludable también: su liturgia apacigua
el ocio que enajena -como supo Catulo-
y perdió a las ciudades más felices.
Bajo la cuerda floja dispone -no pidáis
una red, porque tal no es posible- otra cuerda,
tan floja, pero última
tan inútil a veces,
bajo la cual no hay nada.
Y entreabre
ventanas que te oreen la cólera y exhiban
a tu noche otras noches diferentes, y así
sólo el amor nos salva a fin de cuentas
del peligro peor que se conoce:
ser sólo -y nada más- nosotros mismos.
Por eso,
ahora que está ya dicho todo y tengo
un sitio en el país de la blasfemia,
ahora que este dolor de hacer palabra
con el propio dolor
traspasa los umbrales
del miedo,
necesito de tu amor como analgésico;
que vengas con tus besos de morfina a sedarme,
y rodees mi talle con tus brazos
haciendo un salvavidas, para impedir que me hunda
la plomada letal de la tristeza;
que me pongas vestidos de esperanza -ya casi
no recordaba una palabra así-,
aunque me queden grandes como a un niño
la camisa más grande de su padre;
que administres mi olvido y el don de la inconsciencia;
que me albergues de mí -mi enemigo peor
y más tenaz-, que me hagas un socaire,
aunque sea mentira
-porque todos es mentira
y la tuya es piadosa-;
que me tapes los ojos
y digas ya pasó, ya pasó, ya pasó
-aunque nada se pase, porque nada se pasa-,
ya pasó,
ya pasó,
ya pasó,
ya pasó.
Y si nada nos libra de la muerte,
al menos que el amor nos salve de la vida.

Javier Valaza, del libro "Los Arrancados"

lunes, 14 de octubre de 2013

Rosa seca.

     Sabía que pidiendo un kilo, me quedaba corto. Sin embargo, asumí la necesidad de tapar con maderas algunos recuerdos. Algunos olvidos. Me fijé el gusto de mi memoria, envuelta en papel de diario por su fragilidad extrema. Me encontré frente a mi mismo, inundado de cimientos. Y supuse que la vida era eso que tenía en la mano y perdía cuando quería atrapar otra cosa. Pero no me importó. O tal vez si. Sigo dudando.
     Siempre desde chico afirmé con la cabeza y confirmé con el corazón que el amor por un padre es único, eterno e imposible de perder. Incluso, y lo sostengo, se agiganta con los años. Copiando sus verdades, ignorando sus consejos, pero admitiendo que lo que uno aprende no es lo que lee ni lo que escucha sino lo que su padre o madre hace. Explica. Lee. Escucha. Asiente. Niega. Aplaude. Llora.
     Me senté y tenía ganas de escribir. Entonces encendí la computadora y me dispuse a teclear. Muchas ideas te vienen a la cabeza, es increíble. Pero vos no sabes como arrancar. Ni con qué. Dudas hasta del título, que aunque no lo parezca, suele ser lo más difícil de hacer. En si, el texto sale solo. por ejemplo, si pienso "rosa seca", escribo.
     "El vagabundo cayó sobre el piso muerto de hambre. Ni la ignorancia del patrón o el desinterés del policía le generaban peor dolor al alma que sentir hambre. De entre el infierno apareció una mujer, alta, rubia, de ojos color miel, con un pedazo de pan y un vaso de te. Sonriendo, le entregó el alimento. El vagabundo no sabía que hacer, no sabía si primero saciar el hambre, o saciar el alma. Buscó entre sus pertenencias, pero todo era basura. La mujer sin esperar, se fue. El hombre empezó a saciar su hambre. Pero se juró que saciaría su alma. Al día siguiente, la esperó. Y casi a la misma hora, la mujer pasó sonriendo, y lo saludó con la mano. Esta vez, el amante de las veredas se le acercó a paso firme, y de su bolsillo, sacó una rosa, seca, envuelta en papel. La mujer sorprendida le agradeció, y le remarcó "está seca". Él, sin bajar su mirada, le contestó "todo lo que parece no lo es. La rosa está seca por dentro pero viva por fuera. Si le diera una rosa viva, y se secara, la tiraría. Se olvidaría, porque con la perfección del perfil de su cuerpo, debe recibir más rosas que yo monedas. Sin embargo, nunca olvidará alguien que buscó una rosa seca, entre todas las perfectas, para que usted lo recuerde".

   

Estocolmo, Suecia. Entrega Premio Nobel Literatura, diciembre 1998: José Saramago.

[Ciegos. El aprendiz pensó "Estamos ciegos", y se sentó a escribir el Ensayo sobre la ceguera para recordar a quien lo leyera que usamos perversamente la razón cuando humillamos la vida, que la dignidad del ser humano es insultada todos los días por los poderosos de nuestro mundo, que la mentira universal ocupó el lugar de las verdades plurales, que el hombre dejó de respetarse a sí mismo cuando perdió el respeto que debía a su semejante. Después el aprendiz, como si intentara exorcizar a los monstruos engendrados por la ceguera de la razón, se puso a escribir la más simple de todas las historias: Una persona que busca a otra persona sólo porque ha comprendido que la vida no tiene nada más importante que pedir a un ser humano. El libro se llama Todos los nombres. No escritos, todos nuestros nombres están allí. Los nombres de los vivos y los nombres de los muertos.

Termino. La voz que leyó estas páginas quiso ser el eco de las voces conjuntas de mis personajes. No tengo, pensándolo bien, más voz que la voz que ellos tuvieron. Perdónenme si les pareció poco esto que para mí es todo."]

Fragmento del discurso de aceptación pronunciado por el gran escritor y novelista portugués.

"En una fotografía, Saramago, arrodillado en el suelo, pinta en papel la frase que llevaría su esposa cuando el Premio Nobel: “Miraré tu sombra si no puedo mirarte a ti”, dice María Magdalena, y Jesucristo responde: “Entonces yo estaré donde esté mi sombra, si allí va a estar tu mirada”, palabras escritas en El Evangelio según Jesucristo."



viernes, 11 de octubre de 2013

Cortázar - hoja 28

"La Maga fumaba, tirada en el suelo, su rostro sobresalía una y otra vez en la sombra, con los ojos cerrados y el pelo sobre la cara, las mejillas brillantes como si estuviera llorando, pero no debía estar llorando, era estúpido imaginar que pudiera estar llorando, más bien contraía los labios rabiosamente al oír el golpe seco en el cielo raso, el segundo golpe, el tercero,"

sábado, 5 de octubre de 2013

Café con hojas

     Desde lejos, ella me miraba y reía. Y yo pensaba, inútil de razón, en su sonrisa. Y también, en los secretos de la vida.
     Inicié la charla con un sincericidio. Nunca mejor usado. Sorprendida, pero dubitativa, me invitó un café. Acepté con gusto, sin antes agradecer. La silla se hizo liviana, y no había gente en este bar. El mozo se acercó desde la nada misma, tomo el pedido, y se fue más rápido de lo que tarda en aparecer el 96 a San Justo. Inició la charla. Y mientras me hablaba, saqué un cuaderno, siempre prestando atención a la suavidad de su voz. Ella seguía contándome sus verdades, mientras yo buscaba una lapicera, un lápiz, lo que sea. Habló de política, luego se fue para su familia, y terminó retocando con palabras, las paredes del café. Desesperado internamente, buscaba relajado la birome. Casi como un salvador, aparece el mozo con el pedido. Mientras le servía la porción de Lemon Pie, le pedí si le molestaba prestarme una lapicera por unos minutos. Sin dudarlo, me prestó una, con la advertencia de "no le queda mucho". Trágico el hombre, se volvió a alejar, pero esta vez, el 96 llegaría antes. Ella miraba sorprendida, y, ante su cara de pregunta, le dije lo que, luego de tres minutos, escribí:
     "Cada tanto uno ve cosas maravillosas. Animales, plantas, atardeceres, y vos. No encuentro un motivo, más allá de mi sed, para tomarme este café. Sería terminar la tarde. Quisiera hacer eterna esta merienda. Guardaría en cajas tu sonrisa, un gran estímulo de mis mañanas. Puedo asegurar, y díganme en donde firmo, que jamás he admirado tanto a una mujer. Compartir una misma mesa me genera algo. Parecería un dolor de panza. Una molestia. No la entiendo. Siento impulsos. Perfección. La misma de tu cara. De tu cuerpo. Si por lo menos te vistieras mal... Pero no. Parece que pudieras leer mi mente. Pareces invisible frente a todos. No hay nada más que vos. Y el mozo. Y el 96 que sé que no vendrá. Y compartiremos risas esperándolo  O quizás, tomando un segundo café. Con una torta completa de Lemon Pie. Yo siempre quise -"
     "El que avisa, no traiciona" pensé. La lapicera y mis palabras habían muerto. Y advertiste eso, cuando mi cara se modificó, desapareció la concentración. Dejé la lapicera, y miraste la hoja. Casi tanto como el 132, sacaste una lapicera, y dijiste "Quiero saber que es lo que siempre quisiste" El esbozo de sonrisa que apareció en mi cara fue inevitable. Otra vez el dolor de estómago. ¿Sería el café?
     "- soñar despierto e ilusionarme dos veces. Siempre quise creer en el amor, y no en una mujer. Siempre quise querer sin importar si el otro me quería. Quise muchas veces robar un corazón con dueño.
     Yo siempre quise encontrar la perfección que a vos te sobra. Yo siempre quise no tener que luchar por la felicidad, ¿estaba pidiendo mucho?. Siempre quise amarte en silencio, ser único para tus ojos, y realidad para tu cabeza. Y siempre te quise robar un café. Eres perfecta bajo la oscuridad de mi constante sincericidio, el cual espero que sepas entender. Pero uno vomita lo que siente cuando encuentra la verdadera felicidad"
     Se acercó el mozo, y le devolví el cadáver de plástico, a lo que le agregué, otro Lemon Pie.
     Ella seguía sin responder lo que, tres minutos antes, comencé a escribirle.


   

viernes, 4 de octubre de 2013

No lo creas

Desde la ventana, el viento tira abajo los sueños y las esperanzas. Los hombres caminan ilesos, bordeando la decepción. Llueve y truena, pero el frente está ahí. Impecable. Camino sobre la hierba mojada, sujeto a un perfecto momento de felicidad. Cierro los ojos y tu cara adorna el momento. Cartas sobre la mesa y las mentiras recortadas en una taza de café. Vacía. Sin azúcar. Dos hielos por favor. Un sirviente del destino que me sirve un vaso de agua. Sin dudarlo, lo disuelvo en la azúcar de mi amargura. De mis sueños opacados. De mis ganas de sonreír. Me levanto de la silla y transito el pasillo al miedo. Cruzo la puerta y me acerco al mostrador. Pido una botella sin nada. Solo se acerca un fantasma que me lee una frase "Camino al éxito, construido por el exitoso, transitado por el valiente". Anoto y se va. ¿Qué anoto? No lo se. Un montón de palabras. Pero, ¿sirven? Si obvio. Todo sirve. Hasta una mentira. Pero no la digas.

Fin de la mentira.