Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

domingo, 8 de febrero de 2015

No todos los días

     Siempre pensé cuando sería el momento de dedicarme a enamorarme de vos. Supuse que eras la misma de siempre. Y que tus actos, como considerarme parte del paisaje de un entorno, eran constantes e imposible de cambiar. Pero me aferré al sentimiento, a las ganas idiopáticas de expresar lo que sentía o pensaba o deseaba. Y como no eras amiga mía ni de mis amigos. Ni siquiera, como ya dije, sabías quien era yo. Como no tenía mecanismo  alguno de violentar tu vida,  ya que no iba a declararte esto por facebook. Como no sabía cómo, decidí escribirte una carta. De lapicera y papel. En un sobre, sin perfume, con tu nombre, con remitente, sin estampilla, sin direcciones. Sin vueltas, simplemente, el pensamiento autónomo e incordial en el que expreso sin tapujos mi más sincera reflexión acerca de lo que genera sobre lo más interno de mi el poder verte caminar en la calle, descansar en la plaza, o disfrutar del sol matutino de la playa, aunque el verano sea cada vez más infierno.
     “No todos los días uno tiene el placer de poder enfrentarse con lo mejor que vio y sintió en su vida. No todos los días uno puede, aunque suene ilógico, ser feliz. No todos los días uno se lastima la conciencia sabiendo a trasmano el apellido del peor vendedor de diarios, para conocer cuando te mueves hacia él a reclamar el primero papel de la mañana. No todos los días uno logra caminar una cuadra sin pensar en otra cosa que en tu sonrisa. No todos los días extraño Paris, Barcelona, Mendoza, Haedo o la Capital Federal sin pensar en esos lugares de la mano de tu brazo. No todos los días siento cosquillas sin los nervios, miedo sin el susto, alegría sin la sonrisa. No todos los días cuento las horas para verte y tacho los segundos para extrañarte. No todos los días leo un libro una y dos y tres veces, porque no entiendo su contenido ya que mi cabeza está en tu nariz. No todos los días aplaudo la caminata, el silencio, la llama del sol al final de la calle. No todos los días me subo al colectivo con la esperanza de verte, sino más bien, de que te sientes al lado mío, y me preguntes cualquier estupidez, para, a partir de eso, construir un camino que conduzca directamente a una carta de presentación, para dejar de ser “nada” y ser “algo” en tu vida y, quizás en un futuro, “alguien”. No todos los días me siento a mirar por la ventana a ver si te apareces para declararme un amor ilógico. No todos los días es lunes para mí, siempre es domingo, porque es así como te puedo pensar relajada. No todos los días el tren pasa tan rápido como cuando me paro en el paso a nivel a tu lado. No todos los días compro cigarrillos para ver si necesitas uno. No todos los días voy en bici por la calle para tener la suerte de cruzarte. No todos los días escribo.”