Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

domingo, 27 de octubre de 2013

Hola, cómo estás?

     En vez de caminar, me senté. Y me paré sobre la lona de mi enemigo, que no respiraba. Pero pensaba. “Y yo me creía el ganador frente a una batalla con mi propia sombra”. Y usted allí sentada, admirando la sangre secarse. Aunque debo admitir que el sudor de la tierra se limpia mejor que el de la sangre.
     
     Usted que puede, sople fuerte, y volaremos juntos.
     
     No sé a dónde podremos llegar a volar. Quizás aterricemos en sus sueños o despeguemos de mis metas. O tal vez solamente flotemos, como dos globos aerostáticos sobre un campo verde una tarde perfecta de primavera veraniega. Y usted mirándome a los ojos y entregándome el amor de un montón de personas. Y yo ansiando el momento en el cual pueda despertar a su lado, saboreando sus perfumes.
     Quizás entre las dudas de tomarla de la mano o abrazarla en la oscuridad del ocaso de mi vida, yo me disponga a expresarle cariños en situaciones que no lo ameriten. Como una triste canción, o un susurro del viento en medio del camino al silencio.
     Siempre desde que era inconsciente de mis pensamientos sabía que dentro de mis objetivos iba a estar el derecho a ser amado por su corazón. O quizás lo soñé cada vez que soñaba con soñar de noche que usted me soñaba. Que de vueltas que le doy señorita, me tiene loco. Me atrapó su sonrisa y me espantó su sinceridad. O mi sinceridad. Voy a leer el diario para ver cuántas veces nombran adjetivos que la identifiquen. Perfecta, sensual, hermosa, única. Mire usted, solo la última palabra. La encuentro, como siempre digo, perfecta entre las imperfecciones de las fallas anatómicas que nos da nuestra propia vida. La añoro a la distancia pero la odio cuando me abraza. O tal vez, odio el sentimiento inconsciente que tengo de saber que para sus ojos existe un millón de personas pero para mi alma no hay nadie más que usted. Quién sabe si esto es legal o no, pero me gustaría casarme con su sonrisa, y pedirle el divorcio a su pasado. Usted puede hacer lo mismo si quiere. No quiero saber de otros, me gusta la exclusividad. Es tan difícil lograrlo, aunque, como dice Borges, “Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”. Y eso mismo quiero. ¿Se entendió? Leer a Borges. Con usted. Creo que soy demasiado educado. No puedo tutearla. Sería avanzar sobre algo que no conozco.
     Aunque, ahora que lo pienso, el que no arriesga, no gana
        Entonces…

Hola, cómo estás?

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