Cuando cierro los ojos, saco conclusiones baratas sobre cosas que me intentan borrar la sonrisa. Me enamoro cada muy poco tiempo, debería dejar pasar más. Y entre todas estas cosas, pienso en campos verdes enormes, con caminos, una casa, un viejo molino, un perro, un pastizal. Tantas cosas. Y al mismo tiempo, imagino esto, cada vez con más detalle, entendiendo que me encuentro en un estado de total libertad. De total, armonía. Y ahí me percato, que si quiero lanzar una pelota al cielo para que no vuelva, solamente tengo que hacerlo. No sirve pensarlo ni desearlo. Siempre hacerlo. Porque, si soy libre, ¿Quién puede decirme que hacer? O, que pensar, que opinar, que mirar, que escuchar. Si quiero me siento en la tumba de mi pasado y me fumo un cigarrillo con un presente perfecto. Aunque, si hago eso, estaría matando mi futuro. No estoy muy seguro de eso. Solo es uno el que hace y no todos. En cambio, todos son los que deshacen. Es fácil pensarlo, pero hacerlo no tanto, porque además de uno, existe el universo, el cual, nos suele poner algunas trabas para avanzar. Lo que el hombre hace, el universo lo deshace.
En si, la libertad, como dice la canción, es un estado en la mente. Quien iba a creer que iba a terminar citando al ídolo de mi hermana. Uno medita sobre lo que quiere sin esperar que el otro acepte o no sus condiciones de juego. Cada accionar es propio de un alma que sabe lo que está buscando para saciar sus necesidades de felicidad. Y eso, no lo va a poder entender nadie más que tu propio sentimiento. Si luego de abrir un libro se te esboza una sonrisa, es porque tu deseo era eso. En cambio, si al tomar de la mano a una persona, no sientes el típico dolor abdominal, deberías soltarle la mano. Son ejemplos simples de entender que al ser jefe de su propio mundo, uno diseña a gusto y piacere los caminos que conduzcan al esbozo perfecto de felicidad. Está en vos, ser feliz, y no depender del resto. Estas cosas no se esperan, se buscan y se encuentran. Lo más importante igual, es tenerlas, y no perderlas. Sin libertad no existen ideas, y sin ideas, no existe una persona. Cada paso es único.