Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

jueves, 19 de septiembre de 2013

Relato Crónico

     Cada tanto me pongo a sacar conclusiones sobre lo que me ha pasado. Son como recuerdos plasmados sobre el aire, que intento analizar. Muchos son positivos, otros, me destruyen la sonrisa, y otros pasan, pero más adelante terminan importando. Cada vez que me toca esta etapa, me pongo en un stand by, a la espera de un milagro. Con los años, y los diferentes procesos, fui aprendiendo que en realidad, las conclusiones ya fueron sacadas  y que yo simplemente las repaso. Es una especie de transferencia, del subconsciente al consciente. Pantallaso de la realidad.
     Estos días son irritantes. Me siento humillado, decepcionado, inferior, triste, cabeza abajo, sordo de consejos y ciego de soluciones. Voy para un lado, para el otro, escribo, borro. Hago todo lo que no hago, o tal vez, quiero hacer. Algunas veces son días, otras semanas. Y después de ahí, creo no entender nada, creo que no sirvió. Siento que estoy más escondido de lo que soñaba que pasara. Pero siempre algo se saca. Siempre me da tela para teclear un rato.
     Hace unos días ya me siento que voy entrando en esta etapa, que como dije, es transitoria. Es corta, el humano suele vivir momentos fugaces sin darse cuenta que pasan entre todo. Pero sucede, y a uno, le altera el equilibrio. El barco ya no va tan derecho, es un prodromo, una advertencia de lo que vendrá, o tal vez, de lo que dejamos ir. Y hoy particularmente, la sonrisa se me fue desdibujando. Pasamos de cosas buenas a cosas malas como pasamos del frío al calor, del techo al aire libre, del amor al odio. Y acá, en mi vida, no soy ajeno a esto. El humano en si, vive de bipolaridad, vive de, ahora aquello, y en un ratito, quien sabe. Por eso no me sorprende. Pero si me, como decirlo, tira abajo. No digo abajo y me refiero al pozo, ni cerca. Pero ya uno pierde ganas de hacer cosas que hace, días, añoraba como un abrazo. Ya ni quiero cruzar caras conocidas, ni frecuentar charlas. Me encierro en mi vida de ermitaño transitorio, que en realidad, sostengo que es crónica, pero que se agudiza en una situación así. Claramente, si nos basamos en la evidencia, esto simplemente pasará sin dejar secuelas. Pero esta vez, el camino me está mirando diferente.
     Ya hace varios años transito la misma ruta. Sin destino, o un destino incierto, golpeado y a veces brillante, me siento a fumar la nada misma. Siempre la monotonía fue compañera de mis vivencias. Nunca me escapé del círculo de lo básico, de lo obvio. Si tuviese que dividir este camino, tiene como, diferentes autopistas, que conducen a diferentes cosas. Uno puede transitar todos los caminos de igual forma, pero no va a poder hacer el camino con la misma calidad. No va a poder llegar a destino igual de descansado. No va a poder cuidar todos los caminos con el mismo esfuerzo. Con los años, fui aumentado o disminuyendo mis ganas de transitar cada uno de esos caminos. Amor, amistad, estudio, familia, los pilares básicos en los que siempre me senté, empezaban a mostrarme que no pueden ayudarme si yo no los ayudo. Si yo no leo. Si yo no comparto un mate con la maternidad. Si yo no admiro un libro. Si no disfruto una cerveza entre hermanos. Si yo no deseo amor. Y cuando digo desear, es desde lo más profundo del corazón. Ese amor que te hace vivir sonriendo. Entonces, deduje que algo hacía mal. Pero nunca lo reparé. 
     Algunas cosas no requieren una atención exclusiva. Ya están marcadas en tu vida, y la atención que requieren, es mínima, como por ejemplo, la familia. Las amistades, si son reales como el amor de una madre por su hijo, tampoco requieren una atención exclusiva, casi que se mantienen solas, cada tanto hay que mirar que no se acerquen mucho al mar. Pero en si, estos dos pilares, no son importantes de mantener, y cuando digo esto, no me refiero a descuidarlos, porque eso si estaría mal. Pero estos pilares, son los que están, cuando los otros dos, se caen. 
     Porque el estudio en si, para muchos, es un paso más, es algo, que carece de la importancia que quizás otros si le dan. En mi caso, es clave, muy importante. Sostengo que una persona no es persona si no tiene estudio encima. Y cuando digo estudio, no hablo de la mejor o peor universidad ni carrera. Simplemente estudiar algo, es interés en tener un Futuro. Es interés de algún día decir "yo soy", y que antes de tu nombre, exista un sustantivo que te identifique a algo. Hay una frase de Kant que dice "Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él". Pero como todo, el estudio tiene etapas. Muchos tienen una sumatoria de inteligencia, confianza, astucia, suerte y ganas, y logran transitar este camino sin trabas. Sin caídas. Sin problemas. Otros, vivimos en el piso. Y cada vez que nos levantamos, al tiempo nos caemos. Nunca logramos estar de pie el tiempo que un árbol crece, o que una persona camina. Vivimos de decepciones, por más que algunos quieran negarlo. Y sin embargo, transitamos. Seguimos. Nos cansamos de golpearnos, pero a golpes pareceríamos funcionar. Se que en un futuro esto cambiará. Espero que sea cercano.
     Por último, los pilares antes mencionados, se cierran en el cuarto, que es el amor. En si, el amor, es solo una palabra, 4 letras, miles de definiciones. Y cuando uno dice "¿que sentimos al sentir amor?" yo siempre digo, no lo sé. Y creo que allí también radica un poco de estas conclusiones que cada tanto, me dispongo a realizar. No quiere decir que uno pierda sonrisas por esto, porque no es así. Pero si, te hace reflexionar. Te hace ver que en tu vida, nunca amaste. Nunca ni siquiera dedicaste un beso. Ni un abrazo. Y ese vacío, te saca más conclusiones, pero que no las entendés. Y cuando no entendés una conclusión, es cuando realmente estás mal, porque quiere decir que no sabes el origen de ello. No sabes porque las cosas pasan, o dejan de pasar. Y pensas, existe solución, ¿no? Claramente. Entonces, ¿debo encontrarla? Yo considero que no. Pero si debería lograr sobreponerme a esto. Porque esta autopista, es la más descuidada. Los faroles de iluminación no iluminan. Hay pozos, falta de vallas de contención, no hay lineas, ni subidas, ni bajadas. Esta autopista está llena de mentiras, de parches que buscaban tapar la soledad eterna. Y así, uno no dispone de una conciencia tranquila. O tal vez si, o tal vez no pero cree que si. Es una eterna mezcla de sentimientos. Y acá es cuando yo razono acerca de errores y aciertos. Virtudes y defectos. Pero esto siempre me deja parado en la medio de la vida, como decía Charly. No me sirve. Y quizás sean tiempos de dejar de pensar tanto, y empezar a mirar las cosas de diferentes formas. Dejar el pasado atrás. Olvidar otras conclusiones. Ver todo como si fuera nuevo o viejo, pero diferente a lo que crees que sobreviviste. Ya no sirve estar atados a puertos que abandonaste. A diarios que usas para secarte los pies. Quien sabe, quizás en unos meses, escriba una conclusión más corta, y que el título no sea "Relato crónico", sino algo más lindo. Algo más llamativo. Algo más, parfait pour la vie

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