Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

domingo, 25 de agosto de 2013

Síntomas del abandonado sin querer serlo.

Si quisiera encontrarte un defecto, no lo buscaría. Y si lo buscara, lo ignoraría. Y si lo encontrara, diría que es falso. Y si me preguntaran que es lo verdadero, me negaría a contestar. Te encuentro perfecta entre todos los posibles errores que la genética pudiera brindarte. Te encuentro, astuta. Te enamoraría con el abrazo, con el beso, con todo. Creo que lo más lindo de abrazarte, es que cierro los ojos, como cayendo dormido. Como ignorando que alrededor de mi cuerpo existe un mundo. Ese instante en el que solamente respiro lo que tu dudas. Lo que tu cuentas. El escuchar las palabras más dulces, la voz más calma. Te quisiera atrapar, y no puedo, y sin embargo, disfruto tu felicidad. Disfruto verte sonreír a pesar de que tus sonrisas, no son para mi. Tengo tantas excusas para hablarte. Tengo tantos lugares en donde cruzarte. Tengo tantos motivos para enamorarte. Pero se que, el irrumpir así en tu vida, llena de perfección ajena a mis intenciones, te haría odiarme. Te haría, tal vez, querer eliminarme de tu vida. Y eso, sería casi, una gota. Un charco de silencios. Un pueblo sin habitantes, y yo, dueño de la nada misma. Aplausos enardecidos. Me haría adicto al tabaco, al cigarrillo, y al hecho de fumar. Me enamoraría de la bebida, del alcohol, de copas llenas. Jamás, sin embargo, dejaría de pensar, que en mi vida nunca subí tanto como a tu lado. Jamás olvidaría, que la sonrisa espontánea era constante. Que no había tristezas. Que no existía el adiós. Que en tus enojos, yo encontraba calma. En tus irritantes suspiros al aire, yo miraba amor. Y yo aquí, sentado sobre el carro que me conduce a la muerte, hoy en vida, te veo sonreír. Mañana quizás, solamente te extrañe, un poco menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario