Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

jueves, 13 de febrero de 2014

Tres Sonrisas.

Me dispuse a escribir, y salió:
"Siempre pensé que me enamoraría de la primera que al mirarme directamente a los ojos me genere una sensación de ganas de besarla sin pensar en la falta de aire que eso puede conllevar. Sabiendo, inconscientemente, el riesgo que esto de enamorarse genera, sabiendo que amar sólo lo logran los valientes, los verdaderos dueños de las sonrisas. Sabiendo que mi paciencia para esperar que estés disponible para mis ojos es traicionera, porque sin querer me apura la ansiedad. Sabiendo demasiado quizás, desconociendo un poco.

Siempre tomé con pinzas los buenos momentos, miedoso de que sean producto de una imaginación la cual crea fantasmales realidades para anular mi depresión constante. Ésta sensación asquerosa de estar perseguido por un empirismo que busca culpar a la nada misma, de tus problemas. Y yo ahora, soy un ser que duerme de noche para vivir las aventuras de los sueños, en los cuales, soy un despilfarro de alegría. Pero entre las almohadas de mi inconciencia, me visto de payaso, solo para hacerte sonreir. Y si me preguntan, como suelen hacerlo, porque hago estas cosas, digo que es porque el simple hecho de el poder ver tu sonrisa es lo más maravilloso que tengo.

Siempre creí, esclavo de palabras, que la gente se odia hasta que no puede odiarse más, y se ama. Creía que la vida era simplemente un momento, y que el resto del tiempo, era la felicidad. Pero después comprendí que la felicidad en realidad, son pedazos de cosas que se derriten frente a todo, o a la nada. Y así, cansado, me senté a tomar un café, en un viejo bodegón de la calle Marmol. Aplaudí para que el mozo se alejara, y me serví dos litros de agua mineral. Y mientras veía el agua, pensaba que nunca más podría sentarme frente a tus ojos a decirte lo mucho que extraño el poder escuchar el sonido de tu panza un mañana de verano del otoño que se acercaba. Y mientras el café se enfriaba, y el mozo lo calentaba, soñé mucho. Pero quedé en seco, y recordé, que la nada es traicionera, puede estar llena de mucho. Siempre aplaudí a los que frente al abandono se incorporan, y te recitan un poema, sin escritor, ni palabras, pero te sacan no una ni dos, sino, tres sonrisas".

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