Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

miércoles, 5 de marzo de 2014

Está para vivir contando nubes

(Autos, bocinas, silencio. La noche que cae partiéndome la cabeza.)

     "Cuando la certeza de vivencia de un mañana tan incompleto era un cuadro en mi pared de hierro, me decidí a levantarme del ayer. Caminé, bordeando el precipicio que conducía a mi propia muerte y, tal vez, a la vuelta de mi vida. Soplé el resto de mina del lápiz que me robé del queridísimo galpón en la calle Olleros, y subí a la bicicleta, para pedalear contra los pensamientos erróneos con los que, por demasiados años, supe convivir. Mi mujer, que aún no existía, me esperaba sentada en la vereda de mi casa, para contarme las buenas malas, que consistían en que no había malas, pero tampoco, alegrías. Pero como sabía que esto iba a terminar en el fracaso, en el exilio, en el beso olvidado, me fui para otro lado.
     Me senté en un bar a mirar para el techo y escribir. Siempre soñé con entrar a un bar, y sin chistar, decir "lo de siempre", como confirmando el hecho de que la rutina ahí, era parte de mi plan. Pero nunca me pasó, cada día me sentía más desconocido de mi Barrio, que no era uno, sino varios. El cigarrillo apuntaba a la ventana, para eliminar compañía sin consistencia, y el diario se me acercó solo a pedirme que lo lea. El mozo que iba y venía y me traía agua, café, leche, medialunas, tostadas. Y yo escribiendo, casi sacándome los ojos para entender lo que mi cerebro traducía como pensamientos. ¿Qué estás escribiendo tarado? pensé, mientras cortaba un pedazo de torta (la cual no recordaba haber pedido). Y seguía ahí, dandole al papel, tachando pensamientos, escribiendo, y ahí me acordé, de que una vez que me desperté, no quise volver a dormirme. El sueño había sido indiferente en mi cabeza revolucionada. Miré la hora y era temprano para tarde. No quise vestirme, preferí seguir acostado abrazando tu cintura, respirar tu pelo y sentir tu perfume. El sueño que iba y venía, y yo que pensaba en un montón de sonrisas que a la distancia se esfumaban. Y vos ahí, hermosa y perfecta entre las imperfecciones de la vida. caliente y suave, y un poco de ayer en tus oídos. El mate en tu mano caída y la pava ya fría, a años luz de degustar un amargo. Y el teatro del dormir que seguía firme, récord de taquilla. Un poco más de abrazarte y sentirte. Me acordé también de mi infancia, olvidada entre los estantes de mis libros de vivencias. Escondida entre mis sonrisas mas profundas y mis creencias in fundamentadas.
     Y cuando ya la sonrisa era proporcional a las ganas, me desperté de mi sueño, de aparecer a tu lado, y en vez de eso, desperté abriendo puertas para poderte encontrar. Y otra vez mi vida era un vacío. Ni el chocolate más rico o el beso mejor robado puede aplacar esta decepción."

(Silencio, noche, nubes, y nada de calor acá che)


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