Letras

"Todo mañana es la pizarra donde te invento y dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa." Cortázar.

"Schopehnauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir, hojearlas, soñar." Borges.

"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Cicerón

"La libertad está en ser dueños de la propia vida". Platón.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer." Paulo Coelho

"En las adversidades sale a la luz la virtud." Aristóteles

"Lo que crece como resultado de la rudeza de los ignorantes no tiene efectos a no ser por casualidad". Umberto Eco

sábado, 2 de diciembre de 2017

Ferrocarril caída.

     Me informé con cierta demora del incidente sobre el anden del Ferrocarril, en la misma estación donde dos semanas antes compré una gaseosa y un alfajor de chocolate mientras esperaba que la formación terminara de detenerse. Que curioso, terminar de detenerse, esperar que una palabra que viene a decir algo sin variable de tiempo vaya con una que le da un tono de suspenso. El libro se me resbalaba de las manos mientras miraba a la señora levantar al niño que se había caído al piso por correr con los cordones desatados. En realidad, solo era el pie derecho, pero a veces lo más mínimo nos puede ayudar a tropezar. El niño lloraba, me hacía acordar a mi con 6 años en la calesita de la plaza del barrio, llorando porque el insensible hombre de la arandela o como se le llame esquivaba la ilusión intacta de coronarnos campeones de la ruleta mágica. El primer campeonato del mundo lo obtuve cuando, con 9 años, le robé un beso a una compañera de colegio, que se empezó a reir. Una de las pocas veces que una mujer se río ante una sorpresa; la mayoría de las veces posteriores fueron insultos seguidos de una cachetada con cierto aroma a arrepentimiento. Me senté en el tercer vagón, en el medio, a la derecha, cuarto asiento, ventana, piernas cruzadas; de pura cábala nací señora, por si no se dio cuenta. Abrí el libro e intenté leer pero me vino a la mente un recuerdo de una noche de verano similar a la que era ahora, en la que yo pensé desee y soñé algo que ahora lo tengo y que quizás si o quizás no, ya no. Que horrible la negación, el "pero", el no poder, el estás acá y yo allá. El humano vive en tercera persona; si viviera en primera, sería mejor, sería él mismo la prioridad. Pero prefiere él o ella, algunas veces un Tu, ni que hablar un nosotros los fines de semana, aunque se lo saca a él mismo, y nunca juega el "Yo" como protagonista de la novela. El no pensar es fácil de, justamente, pensar, pero difícil de llevar a cabo. Nadie me firma una verdad si dice que piensa y que disfruta. El solo hecho de razonar así es pensar cuestionar y orientar nuestras respuestas frente a algo. Mientras menos se piensa más se disfruta. Casi despeinándome me levanté antes de pasarme de la estación. Bajé y miré a los costados esperando ver algo que me haga cambiar de parecer, pero sabía que no estabas ni ibas a estar. Si estaba tu recuerdo, allí, sentado en un banco de madera, con un cartel enorme al costado. "La vida nunca fue justa". Que tengas un buen día te dije, y me fui, silbando por lo bajito un tema de Bob Dylan.

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